¿Qué son las Esencias Florales de Bach?
Su creador fue el médico Edward Bach (1886-1936), que estaba muy influenciado por la doctrina de Samuel Hahnemann (padre de la homeopatía). Para Bach, la causa real de la enfermedad estribaba en la distorsión de la longitud de onda emitida por el campo energético del cuerpo, que se enlentece causando estados mentales negativos como la preocupación, la ansiedad, la impaciecia… Estos estados negativos drenan de vitalidad al individuo de forma que el organismo pierde su resistencia habitual y es vulnerable a las infecciones y enfermedades.
¿En que se basan las esencias florales?
Las esencias florales parten de la premisa de que la esencia de toda sustancia está en su carácter vibratorio (energía con una frecuencia y amplitud determinadas), y de que existe una resonancia fundamental entre la vibración de dichas sustancias y ciertos aspectos de la naturaleza humana. Esta resonancia se puede utilizar para restaurar la armonía del organismo. Los descubrimientos de la física de finales del siglo pasado y de este siglo describen a todo los fenómenos, incluyendo el cuerpo físico, como contenedores de energía en constante transformación. Con esta perspectiva es más fácil de entender cómo el carácter vibratorio de las plantas, o esencias florales, puede utilizarse con fines curativos. El sistema curativo y de elaboración de las esencias florales es muy parecido al de la homeopatía.
¿Cómo pueden las esencias florales ayudar a los animales?
Los animales comparten las mismas emociones básicas (miedo, alegría…) que el ser humano e incluso pueden llegar a compartir emociones más complejas como vergüenza, envidia, venganza… Este concepto ya fue postulado por Charles Darwin en 1871. Los animales domésticos responden bien a esta terapia sútil, incluso en el caso de enfermedades serias aunque su prescripción generalmente se utiliza para problemas emocionales o de comportamiento. Es una herramienta útil para ayudar en los trastornos físicos y emocionales.
Una de las principales razones de eutanasia en animales domésticos, sobretodo jóvenes, son problemas de comportamiento. El hecho de poder corregir ese problema de comportamiento evitaría la eutanasia del animal.
Son productos naturales, no tóxicos y sin efectos secundarios.